martes, 23 de diciembre de 2008
Crisis de identidad
Tres tomos componen esta apasionante historia compuesta por Brad Meltzer y dibujada de una manera fantástica por Rags Morales. Sin perder la esencia de los cómics de superhéroes en los que encontramos la eterna lucha entre el bien y el mal, tenemos detalles que transforman la obra en un cúmulo de sentimientos encontrados capaces de plantearnos el porqué de las cosas. Si el fin justifica los medios es un importante dilema del que, ni los llamados a defender la justicia, son capaces de aclarar. Son muchos los personajes que van apareciendo en el cómic, cada uno se va posicionando y actuando en consecuencia, pero la duda recorre a cada individuo, es más importante lo que calla que aquello por lo que lucha. Si la sinceridad es imprescindible para aplicar la justicia, poco son los que se pueden calificar como jueces. Siempre es fácil alegar que los superhéroes son seres invulnerables capaces de cualquier cosa. A medida que avanza la historia podemos comprobar que también ellos tienen puntos débiles y no siempre están conformes con sus actos realizados en el pasado. Parece que en este relato los superhéroes se empapan de sensaciones puramente humanas que los hacen más cercanos y nos muestran así una personalidad mucho más marcada que los diferencia. En cuanto a la acción todo lo que se pueden decir son elogios y no solo al guión puro y duro, sino a la manera de transmitirlo a través de los acontecimientos. No hace falta adentrarse mucho en la lectura para sentir esa adicción que te lleva a devorar sin remedio viñeta tras viñeta. El autor se encarga de ocultarnos deliberadamente los datos precisos, aumentar la tensión hasta cotas insospechadas y acto seguido dejarnos con la miel en los labios. Nos va dando diversos puntos de vista, sin perder nunca la perspectiva y va dotando la trama con una atmósfera especial, similar a la del cine policial de toda la vida. Para ello el dibujo es una parte primordial. No solo da vida acertadamente a cada personaje, sino que les inyecta una expresividad muy interesante así como unos movimientos que los hacen atravesar las hojas para meterse en tu cabeza. Nadando en la incertidumbre, el lector no podrá discernir, por momentos, cuando le están danto una solución o si no es más que una artimaña para desviar la atención. Se puede palpar lo que verdaderamente puede afectar en lo más hondo a un superhéroe, el miedo. No tienen miedo en arriesgar su vida, lo tienen por lo que les pueda pasar a sus familiares y amigos, de ahí que siempre sean celosos con todo lo relacionado con su identidad. Otro punto importante es si se deben o no utilizar ciertas técnicas moralmente mal vistas para que el equilibrio se mantenga y perdure en el tiempo. Para juzgar esto es mejor leer y después sacar cada uno sus propias conclusiones. El colofón de toda la trama es muy ingenioso e inesperado, dando un giro tremendo en las ideas preconcebidas. Una buena historia con un buen final el lo ideal y si además te sorprende y te deja impactado se convierte en una obra a tener muy en cuenta. Lo que esta claro es que si las cosas se hacen bien, el fruto del trabajo siempre será bien recibido por los lectores y como muestra están estos tres tomos imprescindibles, a mi modo de ver, en el mundo del cómic.
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