martes, 16 de junio de 2009

Persépolis


Recopilados en un tomo, los cuatro volúmenes que componen Persépolis, narran la historia reciente de un país del que tenemos una idea un tanto confusa en occidente, se trata de Irán. Para recorrer este sugerente viaje la creadora, Marjane Satrapi, decide mostrarnos todos esos acontecimientos a través de una autobiografía, realizada en un dibujo tan simple como eficaz, perfecto para lo que nos quiere trasmitir. Desde el inicio nos choca esa cultura tan distinta, pero pronto nos daremos cuenta de que en realidad la gente no es tan distinta a nosotros, cuanto más profundizas en la lectura, más similitudes se encuentran entre ese país de historia milenaria y la vieja Europa. En cualquier caso queda claro que la diferencia estriba en los diferentes gobiernos y los intereses internacionales en una zona tan rica en petróleo. Así encontramos golpes de estado financiados por los norteamericanos, la interminable y lamentable guerra con el vecino Irak y más tarde una postura neutra cuando sus antiguos enemigos invadieron Kuwait. En fin que es una zona que desde siempre ha estado en continuo conflicto y a favor de la escritora está el entregarnos una narración muy amena y explicativa, con puntos de tensión y que te hacen reflexionar, mezclados con otros más triviales, lógicos en la vida de una niña primero y una joven después. Pero desde su nacimiento en una familia acomodada y de ideas progresistas, siempre ha tenido ese toque de rebeldía que la hace una protagonista absoluta de la historia, haciendo que el lector se meta en sus pequeñas luchas diarias, cada una, una reivindicación. Tal vez a mitad de obra la cosa decae un poco coincidiendo con su viaje a Viena, en la que la cosa se centra en las andanzas de una adolescente lejos de su casa, algo que es hasta cierto punto predecible. Pero al regresar a Irán, el interés vuelve a despegar, con una Marjane que va madurando en compañía de sus padres y abuela. Debido a la manipulación de la televisión tenemos una visión codificada de los países del Oriente medio, y lo que está claro es que integristas islámicos hay y con mucho poder, pero gracias a esta novela gráfica tenemos la oportunidad de encontrar otro punto de vista, una historia contada por una persona que vivió en sus carnes todos los turbulentos tiempos de un país que tiene una deuda pendiente con la libertad de expresión.