miércoles, 15 de julio de 2009
Ashen victor
Característico y deprimente mundo es el que nos presenta Yukito Kishiro, con un dibujo espectacular y muy definido en el que se suprime el realismo por unas viñetas que intentan impactar a la primera visión. Es como una historia que surge a raíz de la saga de Alita, que se centra en el mundo del Motorball, un deporte violento que sacia los deseos de una decrépita sociedad. Todos aparecen aquí como simples marionetas que vagan a la deriva por un mundo que simplemente les permite existir, un lugar en el que no hay esperanza y las reglas están marcadas desde arriba. En este contexto conocemos a un tipo venido a menos, Snev. Por algún hecho que desconoce es incapaz de vencer ninguna carrera cuando ya saborea las mieles del triunfo. En realidad no es un personaje que transmita muchas ansias de victoria, simplemente está porque le ha tocado existir, pero lo que le preocupa es ese momento en el que la mente se le queda en blanco. El autor te va suministrando la información progresivamente, desenredando la maraña que esta montada alrededor de este deporte tan curioso, donde los protagonistas no son más que simples cobayas en los que se desarrollan fármacos de discutible legalidad y que ponen en riesgo la salud. Cada vez se percibe más ese entorno de cerebros enfermos, miembros mecánicos, prostitutas, intermediarios, gentuza sin escrúpulos y cuando transcurren unas pocas páginas ya te encuentras naufragando en ese océano contaminado que no es más que una visión decadente de la humanidad. No es un cómic largo, de hecho se lee en un suspiro y será agradable transportarte a un deporte negocio, como el que se practica en la actualidad.
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